Sierra Nevada es la montaña más alta de la península ibérica. La situación privilegiada de nuestra VTAR en una de las laderas de Sierra Nevada, frente al pico de El Veleta, entre los municipios de Otura y Dílar ofrece unas inmejorables vistas desde la mayoría de las habitaciones. Gran parte del término municipal en el que nos encontramos pertenece al parque natural de Sierra Nevada. La foto de la portada y estas fotos tomadas desde uno de los dormitorios de la casa no hacen justicia a la maravillosa realidad que podréis disfrutar en persona si os alojáis en nuestra casa, que será la vuestra durante unos días inolvidables.
Consideramos que la oferta para nuestro chalet rural en Granada se perfila como una de las más completas y mejores casas rurales baratas de España. Partiendo desde 15 euros por persona y noche para los días de diario en invierno nos preguntamos si realmente somos capaces de cubrir todos los gastos que implica mantener un casa rural como la nuestra: Con piscina, jardín, pista de baloncesto, calefacción eléctrica individual regulada a 23 grados en cada uno de los dormitorios, agua caliente, sábanas y edredones, suelos de tarima flotante, jacuzzi, chimeneas, barbacoa, pista de baloncesto, leña barata para las chimeneas y un largo etcétera todo incluido en el precio mínimo para temporada baja de 15 euros por persona y noche.
Las comparaciones con cualquier otro tipo de alojamiento nos son claramente favorables. A poco que la ocupación de la casa rural para 10 personas en Granada y Sierra Nevada se acerque al máximo de 10-15 personas, ¿os imagináis el coste en un hotel de gama media sin ninguno de los lujos que os ofrecemos en la casa? Estaríamos hablando de precios por encima a los 400 o 500 euros la noche para un grupo de personas equivalente.
Casas rurales baratas en Sierra Nevada
Si ahora trasladamos a Sierra Nevada esta propuesta, entonces probablemente el precio se multiplicaría por dos o por tres en temporada alta, con superficies y servicios mucho más escaso. Seguir leyendo Casas rurales baratas→
Nuestra VTAR es estupenda y llena de comodidades , pero a la vez con tarifas muy baratas, posee una ubicación privilegiada entre el moderno pueblo de Otura y el pintoresco pueblo de Dílar, un pueblo de alta montaña al que pertenece un tercio del parque natural de Sierra Nevada. La urbanización Los Cortijillos, en Dilar, se trata en realidad de una entidad de conservación de chalets independientes con grandes parcelas y privacidad total. Nuestra vivienda turística de alojamiento rural se encuentra al final de la calle Los Alayos.
Todas las comodidades que ofrece nuestro chalet seguramente no serán suficientes para reteneros en casa. El emplazamiento único de nuestra VTAR hace que haya infinidad de actividades de todo tipo. Si queremos podemos limitarnos al turismo rural. Al encontrarnos entre los pueblos de Otura y Dílar, en la falda de Sierra Nevada, saliendo a pie directamente desde la casa estamos ya en plena naturaleza, en el término municipal de Dílar y podemos hacer varias a pie y a caballo por la sierra de Dílar.
Sin olvidar que Granada capital está a tan solo 12 minutos en coche desde nuestra VTAR. Tras apenas 12 Km de autovía llegaremos directamente a la Calle Recogidas y el centro de Granada. Si no llevamos coche también podemos usar la línea de autobuses que regularmente conectan Otura y Granada capital.
También podemos planear una visita a la Alhambra a la que accederemos directamente saliendo de nuestra casa rural conectando con la Ronda Sur cómodamente sin necesidad de atraversar la ciudad de Granada.
Nuestra casa rural con encanto en Granada se encuentra protegida por las cumbres blancas de Sierra Nevada, en plena naturaleza, junto al parque natural de Sierra Nevada y con vistas directas al pico del veleta, y a la vez tan cerca de Granada capital, a menos de diez minutos en coche. El centro histórico de Granada es un lugar en el que parece que el tiempo se hubiera detenido. Acotado por los ríos Darro y Genil el casco antiguo ofrece innumerables itinerarios. Disfrutaréis de una de las casas rurales baratas pero con calidades y comodidades de hotel de cinco estrellas.
Desde la casa rural con encanto en Granada al llegar a la ciudad lo mejor es dejar el coche en cualquiera de los aparcamientos subterráneos para lanzarnos a caminar y olvidarnos del tiempo, siempre que sea posible. Perdernos por las callejuelas de la catedral, la plaza de las Pasiegas, la alcaicería, el Zacatin, la plaza Bib-rambla, una parada rápida en la histórica heladería de Los Italianos a tomar un delicioso helado en la Gran Vía mientras nos acercamos al monumento de Isabel la Católica. Siguiendo hacia la plaza Nueva, optar por tres itinerarios posibles:
Albaicín
Las cuestas del Albaicín son tan famosas como inclinadas. Podemos comenzar a subir las empedradas pendientes en dirección al mirador de San Nicolas como primera parada, para luego seguir adentrándonos en el corazón del Albaicín. Pasaremos por San Miguel Alto y San Miguel Bajo, para bajar la última cuesta hasta llegar a la puerta Elvira, antigua puerta de la ciudad, y tomar la Calle Elvira hasta llegar a las famosas teterías de Granada, en la calle Caldererías y adyacentes.
Alhambra
La subida a pie a la Alhambra es tan espectacular como el propio palacio. Desde Plaza Nueva podemos comenzar la subida, reponiéndonos en los repechos con fuentes y agua corriendo montaña abajo, disfrutando de las vistas a la ciudad. Podemos tomar un merecido refrigerio después de la subida en el parador de San Francisco, dentro del reciento de la Alhambra y dar una vuelta por la zona exterior del palacio de Carlos V y la muralla de la Alhambra. En otro de nuestros artículos de nuestra web de casa rural Granada tenéis toda la información sobre cómo obtener entradas para la Alhambra y la historia de esta maravilla nazarí de fama mundial que se ha convertido en el palacio más visitado de Europa.
Realejo
También desde Plaza Nueva podemos emprender camino hacia el histórico barrio del Realejo, recorrer sus calles e iglesias hasta llegar al conocido Campo del Príncipe donde encontraremos una variadísima oferta gastronómica. Luego podemos continuar subiendo en dirección a la Alhambra, recuperando el resuello junto al auditorio o paseando por los jardines del Carmen de los Martires o bien entrar a tomar un café en el maravilloso hotel Alhambra Palace, con una terraza de vistas imponentes a Granada, la catedral y el Campo del Príncipe. Incluso desde la terraza podremos ver junto al margen de Sierra Nevada el pueblo de Dílar, junto al que está situada nuestra casa rural.
Casa rural cerca de la estación de esquí de Sierra Nevada
Uno de los alicientes principales de nuestra casa rural en Granada es la proximidad a la estación de esquí de Sierra Nevada. El pico del Veleta lo tenemos justo en frente de la casa y desde la terraza podremos observar una vista imponente. Pero en este artículo no trata de nuestra casa rural Granada, sino del origen del deporte blanco por excelencia: el esquí.
Nuestro alquiler de chalet en Granada se encuentra a cuarenta minutos de la estación de esquí de Sierra Nevada donde podremos realizar todo tipo de actividades de montaña tanto en invierno como en verano: excursiones, esquí alpino, esquí de fondo, esquí de travesía, senderismo, montañismo, alpinismo…
Nuestro alojamiento rural se sitúa entre los pintorescos pueblos de Otura y Dílar, a 10 minutos de Granada capital y a unos 850 metros de altitud. La ciudad de Granada cuenta con algo más de 300.000 habitantes en el núcleo urbano. Emplazada en la vega de Granada, junto a la confluencia de los ríos Genil y Darro y al pie de la vertiente noroccidental de Sierra Nevada, la ciudad ocupa una posición central en el conjunto de las cordilleras béticas lo que desde muy antiguo le ha colocado en una posición privilegiada de la historia.
las dos Granadas
Existe un claro contraste entre la ciudad alta y la ciudad baja. La primera se desarrolla por las laderas de una serie de cerros: San Cristobal, Albaicín, Alhambra, Los Mártires, que son estribaciones menores de la vecina Sierra Nevada. La segunda se extiende al pie de los cerros en una ligera pendiente que desciende hacia la vega.
Esta ciudad baja es la que constituye el centro neurálgico de la vida comercial y administrativa sobre todo en el sector de la puerta Real, Gran Vía de Colón, avenida de los reyes católicos, Recogidas, que hoy conocemos como centro de Granada. Como límite entre las dos ciudades cabe considerar a la calle Elvira al este de la cual comienzan las empinadas cuestas hacia el Albaicín, mientras en su extremo meridional se abre a la Plaza Nueva y se inicia la Carrera del Darro, uno de los flancos de la colina de la Alhambra. El Albaicín dividido en innumerables y retorcidas callejuelas, es un barrio popular salpicado de Cármenes, antiguas quintas señoriales de recreo, que se extiende hasta el cerro de San Miguel el alto. Más al este, frente por frente del Generalife, en la otra orilla del Darro se yergue la colina del Sacromonte, de blanqueadas y cuidadas cuevas habitadas por gitanos.
turismo en Granada capital, el motor de la ciudad
Granada es sobre todo un gran centro de actividades del sector servicios. A las funciones administrativas propias de su condición de capital provincial, se le une las comerciales y financieras, pero sobre todo las turísticas y las culturales. Su influencia comercial desborda el ámbito de la provincia y la convierte en el centro de Andalucía oriental. Las actividades turísticas se benefician de la riqueza histórica y artística de la ciudad y de su emplazamiento entre la costa del Sol (turismo estival) y Sierra Nevada (turismo invernal).
La falta de industria en Granada
En cambio la importancia de su función industrial es mucho más reducida, a pesar de las iniciativas oficiales para promocionar el sector manufacturero (polo de desarrollo en 1969, polo de promoción 1976, integración en una gran area de expansión industrial en 1977). La rama más activa históricamente y que sigue siéndolo en la actualidad es la alimentaria (azúcar, productos lácteos, aceites, harinas, chocolates, embutidos) seguida de la química (fertilizantes, aceites esenciales).
Uno de los principales atractivos de nuestra casa rural es la cercanía de la estación de esquí de Sierra Nevada. Pero no siempre fue así. La historia de la estación de esquí de Sierra Nevada la inician los neveros. Desde muy antiguo, unos pocos hombres esforzados eran los únicos que subían a la Sierra de manera regular: «Los neveros», los dedicados a recoger nieve en las alturas y, una vez protegida lo rudimentariamente que permitían los medios de la época, con mantas de lana o entre pacas de paja, la cargaban en sus recuas de burros o de mulos y la traían a la ciudad de Granada para refrescar el agua o para granizarla en helados y sorbetes, a los que los granadinos eran tan aficionados. «Los neveros», a cuyo menester fatigoso y hasta arriesgado se dedicaron familias enteras durante varias generaciones, llegaron a dar su nombre al camino que recortan habitualmente, a través de senderos angostos y resbaladizos que las vertientes del Genil y del Monachil, la Fuente de los Castaños, El Purche, las Crestas del Dornajo, Peñones de San Francisco, Laguna de las Yeguas a la búsqueda de las umbrías y recodos donde abundaban los ventisqueros de nieves perpetuas. También hay una de las pistas negras en la estación de esquí de Sierra Nevada, que unen la zona de Montebajo con la pista del Río, que toma el nombre en honor de Los Neveros, los auténticos descubridores de Sierra Nevada.
A mediados del siglo pasado empezó a extenderse una nueva afición: el excursionismo, el afán de andar a través de los campos y las montañas, sin otros propósitos que admirar paisajes, disfrutar de la vida al aire libre y practicar ejercicio. En definitiva, la gente empezaba a valorar lo que las ciudades le iban negando: un ambiente limpio y saludable. Era el reencuentro con la Naturaleza. Había que pisar la naturaleza, sentir la tibieza de la tierra bajo los pies. Y eso fue lo que hicieron los primeros excursionistas, muy escasos en número y mal interpretados por el resto de la población, que los consideraba personas ociosas, despreocupadas y caprichosas. Parece ser que la práctica del excursionismo (del que luego derivarían el montañismo y el alpinismo) empezó en España por Cataluña. Al menos, catalanas eran las primeras sociedades que estimulaban la naciente afición. Sin embargo, en 1814, ya se había publicado en Granada un curioso libro anónimo, titulado «Un viaje que han realizado dos amigos a Sierra Nevada, con el fin de saciar el apetito de su curiosidad, y no con otro objeto», que puede considerarse un primer relato de excursionistas por nuestra Sierra. Así que quizás nos anticipáramos a los catalanes. De cualquier forma, no era lo mismo, sobre todo entonces, realizar excursiones por los hermosos parajes del Pirineo catalán y la Sierra de Guadarrama, que subir a las alturas impresionantes de Sierra Nevada. Esto ya no era tan fácil, tan cómodo y placentero. Aquí había que afrontar mayores fatigas para poder disfrutar de los panoramas incomparables que nuestra Sierra reservaba sólo para los más audaces e intrépidos. Más que la escasez de caminos y lo despoblado de la zona, la mayor dificultad residía en la propia grandeza de la alta montaña, con sus abismos y cortaduras, sus elevados cantiles, profundas cavernas, precipicios y ventisqueros donde los deshielos de la nieve eran un riesgo más que añadir al paso de un excursionista confiado. En los hoteles de Granada se podían pedir guías para las ascensiones aunque era difícil encontrarlas».
Por aquel tiempo unos pocos granadinos empezaron a plantearse la posibilidad de disfrutar de aquella maravilla, tan cercana como desconocida. El acercamiento a Sierra Nevada por los granadinos fue ciertamente tardío. Hasta 1882 no se organizó la primera excursión colectiva, protagonizada por la sociedad «El Fomento de las Artes», creada para actividades culturales, entre las que incluía esta práctica del excursionismo. ¿Y dónde mejor que Sierra Nevada? La iniciativa encontró entusiastas enseguida. En 1891, Valentín Barrecheguren y Alberto Alvarez Cienfuegos, socios del Centro Artístico (hoy junto al teatro Isabel La Católica), organizaron otra subida colectiva, que marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia de Sierra Nevada, ya que, a partir de esta experiencia, las excursiones organizadas por el Centro se institucionalizaron en los años siguientes. Como consecuencia de este ambiente surgió a poco una nueva sociedad excursionista de Sierra Nevada: la nombrada «Diez Amigos Limited», una simpática peña que escogió su nombre por ser ése el número de sus componentes y por su propósito de no aumentarlos. Lo que empezó medio en broma, en 1898 terminó en serio y los miembros de la flamante asociación pronto conocieron a fondo los innumerables encantos de Sierra Nevada. La primera excursión la realizó el grupo en 1899. En cierto modo, los cimientos de la Sierra Nevada deportiva y turística de hoy, qué duda cabe que los pusieron estos hombres que acabamos de enumerar.
Nuestra casa rural se encuentra en el límite de la La Vega de Granada, una comarca granadina que se extiende a ambos lados del valle del Genil, desde la red fluvial de la cabecera de este río hasta la sierra de Loja (desfiladero de los Infiernos). La altitud media de la zona es de 600 metros y constituye una hoya tectónica rellenada posteriormente por aluviones recientes sobre los que excava su valle el Genil.
Al norte limita con las sierra subbéticas de hasta 2027 metros y Parapanda de 1601 metros de altura, formadas por el frente de los mantos del corrimiento que se estrella contra las calizas mesozoicas autóctonas. Al Sureste se halla el gran macizo cristalino de Sierra nevada y por el sur la depresión continua por el valle del Lecrín. La altitud media de Granada es 685 metros y el aislamiento de las influencias mediterráneas determinan un clima fuertemente contrastado con máximas de 40 grados en verano y mínimos de -10 grados en invierno. Las precipitaciones (498 ml anuales en Granada) acusan también la continentalidad con un mínimo de verano y un máximo poco acusado de invierno. La acción humana (regadíos) ha permitido altas densidades de población rural (160 hab /km2) sin embargo existe cierta despoblación en algunos pequeños pueblos como Loja que tenía 30.000 habitantes en 1950 y ha descendido hasta 20.000 habitantes en la actualidad. La actividad industrial y comercial la polariza en su mayor parte la ciudad de Granada, existiendo otros pequeños centros industriales dentro de la comarca de la Vega como Loja, Atarfe, y Pinos Puente. Las tierras regadas por los embalses de Bermejales y Cubillas representan unas 40.000 hectáreas en las que se cultiva gran variedad de hortalizas y frutos (melocotones, peras, cerezas) pero las mejores tierras las ocupan los cultivos industriales: remolacha, tabaco, cáñamo, lino. En las mangas de secano se cultiva trigo y las laderas del cinturón periférico son las áreas del olivo granadino. El secano y el olivarero forman un cinturón minifundista de regadío. Las comunicaciones naturales de nuestra casa rural y de la Vega enlazan con las hoyas de Guadix y Baza remontando el curso del Genil. También por el curso de este mismo río se desciende al Guadalquivir. El valle del Lecrín y la tierra de Alhama aseguran la salida hacia el mar. Un enclave único y envidiable.
Por Jose Granada
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